El catedrático Manuel Desantes dice que las dos ciudades ya reúnen las características para crear un área metropolitana de un millón de habitantes
Una gran área metropolitana de un millón de personas que permita captar grandes ayudas europeas. El catedrático de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Alicante, Manuel Desantes, considera que la idea de unir ambas ciudades y su inclusión en el catálogo de la Unión Europea supondría «plena autonomía al conjunto y la capacidad de desarrollo integral de la provincia».
Desantes explicó durante la jornada ‘Posibilidades de desarrollo socioeconómicas de la Región Funcional Alicante-Elche, organizada por la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (UEPAL) en colaboración con la Diputación Provincia de Alicante y la Universidad de Alicante, que el centenar de áreas metropolitanas que tiene registradas la Unión Europea son aquellas que cumplen las condiciones que ya reúnen las dos ciudades, segunda y tercera de la Comunidad Valenciana.
Según el catedrático, Alicante y Elche «tienen un claro horizonte de oportunidades que beneficiaría al conjunto de la provincia de Alicante en la medida que sea capaz de adaptarse a la nueva era», que «ya no es radial con un centro geográfico en Madrid o Valencia».
Para eso hay que «saber potenciar el eje metropolitano Elche-Alicante, que suman potencial poblacional y empresarial más que suficiente para estar dentro del catálogo de áreas metropolitanas europeas por los criterios que exige la Unión Europea».
Ante un foro de más de 100 personas, congregados en la Sede Universitaria de Alicante, el presidente de UEPAL, Juan José Sellés, señaló que en esta IV edición de la jornada vinculada al desarrollo de la Región Funcional Elche-Alicante se abordó desde una visión más académica e intelectual, con la presencia del catedrático Desantes.
«Convencido de que tenemos que pensar en futuro, buscando las causas de la situación que vive la provincia, como ya advertimos en temas como los presupuestos, y ponernos a trabajar todos – y si es posible de manera coordinada – en desarrollar este proyecto que no ha contado hasta ahora con la implicación suficiente de las fuerzas políticas», afirmó.
Desde su punto de vista, fortalecer el eje Elche-Alicante es esencial para tener fuerza y músculo suficiente para hacerse valer – en el sentido de progresar de manera conjunta – ante Valencia y ante Madrid.
En este sentido, Desantes opinó que la suma de las dos ciudades, tanto por población como por la fuerza de su sector empresarial, más las áreas colindantes, sería suficiente para plantear la importancia de esta área geográfica ante Valencia, Madrid y Bruselas.
«Y nos permitiría hablar de tú a tú, entre iguales, con el resto de estructuras que no son nuestras enemigas, simplemente que no se acuerdan de nosotros», en relación con la situación de falta de atención política y de inversiones que viene sufriendo la provincia.
Desantes describió que es la sociedad civil quien tiene que hacer el trabajo de poner en valor el potencial de la provincia, aprovechando los elementos que la provincia tiene y que no se dan en otros territorios de España.
«Madrid o Valencia no son el enemigo»
El catedrático advirtió que Madrid «no es el enemigo, sólo hay que trabajar allí para que las cosas tengan reflejo aquí», y explicó que «culpar de todo a Valencia no es productivo. La ciudad de Valencia, el cap i casal, tiene el poder de concentrar en su urbe a prácticamente toda su provincia, y en cierta medida, piensa que puede hacer lo mismo con el resto de provincias, Alicante y Castellón».
En su opinión, se trata de «un modelo que está desfasado, pero que debemos entender para poder solventar. Y lo podremos atajar cuando, liderados por el eje Elche-Alicante, la provincia hable de tú a tú, entre iguales, con Valencia y con Madrid”.
Desantes advirtió al público congregado que es «ahora, con la tercera, la cuarta y la quinta revolución industrial, cuando la radialidad del esquema administrativo y político de España se convierte en ineficiente. Y todas las provincias, excepto una, Alicante, siguen con el pie cambiado, ancladas en la radialidad desde su capital, un modelo ineficiente».
Sin embargo, «nuestra provincia tiene la virtud de no haber sido radial nunca, es una red de ciudades potentes y comarcas diversificadas para hacer frente a la nueva era que ha abierto la realidad virtual, la digitalización y la evolución de las nuevas tecnologías y las formas de vincular territorios».
Desde su punto de vista, «sólo hay una provincia en España que está perfectamente preparada para el futuro, que tiene ocho grandes ciudades, perfectamente diseñadas, con modelos de negocio propios y muy desarrollados y diversificados, que tiene culturas diferenciadas, que combina dos idiomas, y que está perfectamente comunicada con el resto de España y con Europa».
Una «provincia fracasada»
Asimismo, Desantes calificó de «provincia fracasada» la existencia de Alicante que quedó descolgada del resto de las capitales en el proceso de división territorial generado en el siglo XIX por Javier de Burgos.
«La provincia de Alicante en el contexto radial que se instara con la llegada de los Borbones y se materializa después, es una provincia fracasada porque en el diseño se tuvo en cuenta que lo importante no era la provincia, sino las capitales de provincia, y en esta ciudad estaba el puerto, el único puerto de acceso rápido que necesita Madrid, que no podía ser ni Valencia ni ningún otro», añadió.
El catedrático explicó que la «disfunción» de la provincia se debió a que no se tuvo – ni se tiene – en consideración la existencia de ocho ciudades de más de 50.000 habitantes, con comarcas con personalidad social y económica muy diferentes y poco comunicadas, ni hay otra provincia con tantos municipios. Todo ello hace que sea ingobernable desde una perspectiva radial”, tanto desde Madrid como desde Valencia cuando ejercen su centralidad.