La irrupción de la pandemia del coronavirus y su impacto sobre la actividad económica ha supuesto un importante cambio en las expectativas de los empresarios alicantinos respecto al ejercicio 2020, tanto en lo que se refiere a las inversiones como a la contratación de personal. Un impacto que ya se refleja en la segunda oleada del Observatorio de la Expectativa Empresarial de la Provincia de Alicante (OEXA), correspondiente al mes de abril. Una iniciativa puesta en marcha por la patronal Uepal y el Observatorio Económico de Alicante cuyos resultados publica trimestralmente Alicante Plaza.

El 80% de los encuestados considera que la situación política actual dificulta su actividad (y un 56% que la perjudica ‘mucho’, el valor más negativo posible), con alguna excepción como las empresas del sector farmacéutico. Si la opinión del observatorio anterior sobre la gestión política ya era mala, con más del 25% de las respuestas en el marcador más negativo, la irrupción de la pandemia y la respuesta que se le está dando desde los poderes públicos ha provocado que dicha opinión empeore notablemente.

En este escenario, las expectativas sobre la facturación de las empresas encuestadas también han evolucionado de forma muy negativa. «Hace un trimestre la distribución de resultados era una típica campana de Gauss», explica el director del estudio, el economista José Antonio Trigueros, pero ahora «el 90% de los encuestados está convencido de que sus ingresos bajarán». De nuevo, la excepción son las empresas del sector farmacéutico, que consideran que podrían incrementar sus ingresos.

Esta visión negativa del contexto económico y de la situación particular de las empresas explica que, respecto a la anterior oleada del informe, conocida hace solo tres meses, las expectativas de invertir y de contratar personal a corto o medio plazo se hayan desplomado. Así, la expectativa de inversión «se reduce un 40% en un solo trimestre» hasta el 25,9%, según Trigueros, que alerta sobre la dependencia del sector público a que abocaría este escenario. En cuanto a la contratación, solo un 6% de los encuestados tiene intención de incrementar plantilla (hace tres meses eran el 14%). De nuevo, son empresas del sector farmacéutico y biotecnológico las que tienen la visión más positiva.

El presidente de Uepal, Juan José Sellés, considera que la caída de la expectativa inversora obedece más a la incertidumbre de los empresarios que a su incapacidad. En este sentido, vaticina que «si salimos con cierta seguridad de la crisis, sí que habrá inversiones sobre todo en telecomunicaciones y en agilizar el proceso logístico de las empresas. Creo que a corto plazo sí que se va a invertir, porque será necesario, y además con buen volumen». En este sentido, las empresas siguen viendo necesaria, bastante necesaria o muy necesaria la transformación digital (casi el 90%), aunque este porcentaje se reduce ligeramente respecto a la primera oleada.

El impacto del coronavirus también altera la percepción de los empresarios alicantinos sobre los factores estratégicos que afectan a su empresa o sector. Si bien las respuestas siguen mostrando un amplio abanico de factores con relativa importancia, crece notablemente, hasta el 14,3%, la importancia del acceso al crédito. En este aspecto, Sellés señala que «esta es una crisis de tesorería, y nos ha venido bien que a muchas empresas nos ha cogido precisamente con tesorería que estábamos pensando en invertir, porque eso ayudará a aguantar». En cuanto a la financiación, lamenta que pasa más de un mes entre la firma del crédito ICO y su ingreso. «Está bien pensado pero mal ejecutado».

Opinión negativa de la gestión de la crisis

La pregunta abierta de esta edición de la encuesta se ha dedicado, obviamente, a analizar la gestión de la crisis del Covid-19. Al respecto, la mayor parte opina sobre la gestión de la crisis por parte del gobierno, que se valora muy negativamente. Se pinta un panorama muy negativo y solo algunos consideran esta situación como una oportunidad.  La acción de las instituciones públicas, especialmente la disponibilidad de los test, que ha sido centralizada en el Ministerio de Sanidad, se considera insuficiente, tardía y mal gestionada.

«Se necesitaran políticas claras de apoyo a las pymes y autonomos, fundamentalmente fiscales, ya que las políticas monetarias no tienen más recorrido, que permitan recuperar las empresas cuanto antes, evitando exclusiones economicas que se conviertan en exclusiones sociales», concluye el informe.

FUENTE: ALICANTE PLAZA